En este artículo vamos a profundizar en uno de los pilares de la relojería mecánica, la reserva de marcha. Explicaremos qué es, cómo funciona, de qué factores depende su duración y todo lo que necesita saber para entender cómo afecta a un reloj mecánico.
La reserva de marcha es el tiempo durante el cual un reloj mecánico puede seguir funcionando desde que su muelle real está completamente cargado hasta que la energía almacenada se agota por completo.
En un reloj de cuerda manual, es el tiempo que el mecanismo interno del reloj sigue trabajando se mantiene activo tras dar cuerda a la corona. En un reloj automático, corresponde al tiempo en el que el calibre sigue en funcionamiento cuando deja de recibir energía del movimiento de la muñeca.
Los valores de la reserva de marcha en relojes automáticos tradicionales suelen situarse entre 38 y 48 horas, un estándar que se ha mantenido durante décadas. Los relojes modernos alcanzan con facilidad entre 60 y 72 horas, lo que proporciona una mayor autonomía.
Algunos relojes están diseñados para ofrecer entre 5 y 10 días de funcionamiento continuo, e incluso existen relojes capaces de superar las dos semanas gracias a la utilización de múltiples barriletes.
El funcionamiento de la reserva de marcha
La reserva de marcha nace directamente del muelle, también conocido como resorte real, la pieza que almacena y libera la energía que necesita un reloj mecánico para funcionar. Al cargarse, el muelle acumula una tensión controlada que, al desenroscarse de forma constante impulsa las ruedas, las agujas, la fecha y todas las funciones del reloj.
Factores que determinan la duración de la reserva de marcha
La duración de la reserva de marcha depende principalmente de la longitud y elasticidad del muelle real, ya que un muelle más largo puede almacenar más energía. A ello se suma la eficiencia del calibre, es decir, la capacidad del movimiento para transmitir esa energía.
Aquí entran factores como la calidad de los engranajes, el escape y el nivel de fricción generado por el conjunto de piezas. La incorporación de varios barriletes permite aumentar la reserva de marcha sin sacrificar el isocronismo, es decir, la regularidad con la que el movimiento recibe energía desde que el muelle está completamente cargado hasta que se agota.
Relojes que destacan por su reserva de marcha
Hublot Big Bang MECA-10 King Gold 444.OX.1180.RX
El Hublot Big Bang Meca-10 King Gold ofrece una reserva de marcha de 10 días, que permite disfrutar de su funcionamiento continuo durante largos periodos sin necesidad de darle cuerda.
Oris Big Crown Propilot X Calibre 115 01 115 7759 7153-SET7 22 01TLC
El Oris Big Crown Propilot X Calibre 115 cuenta con una reserva de marcha de 10 días. Su esfera abierta deja ver la mecánica interna, aportando un estilo artesanal.
Oris Propilot X calibre 400 01 400 7778 7155-07 7 20 01TLC
El Oris ProPilot C Calibre 400 cuenta con una reserva de marcha de 5 días, que permite llevarlo casi una semana sin preocuparse por darle cuerda.
¿Es natural que un reloj mecánico se pare cuando no se utiliza durante unos días?
Que un reloj mecánico se detenga después de varios días sin uso es completamente normal. Al agotarse la reserva de marcha, el movimiento simplemente interrumpe su latido, sin que ello implique ningún desgaste ni daño para la pieza. Al contrario, es el comportamiento esperado en cualquier mecanismo de cuerda.
Para que vuelva a funcionar, solo es necesario darle cuerda manualmente o, en el caso de los modelos automáticos, ponérselo y permitir que el movimiento de la muñeca reactive el muelle real. Si el reloj va a permanecer guardado durante un periodo prolongado, es aconsejable cargarlo ocasionalmente para mantener la lubricación interna en buen estado y asegurar una marcha óptima cuando vuelva a ponerse en funcionamiento.
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