Al consultar la ficha técnica de un reloj es habitual encontrar términos que pueden resultar desconocidos, especialmente si se está iniciando en el mundo de la relojería o quiere adquirir su primer reloj.
En Perodri Joyeros hemos preparado esta guía para ayudarle a comprender qué significa cada especificación técnica y por qué es importante, de modo que pueda encontrar el reloj que mejor se adapte a lo que busca.
Calibre o movimiento
Sin duda, el movimiento, también llamado calibre, es el elemento más característico en los relojes de alta relojería. Es el mecanismo que impulsa todas las funciones del reloj y define tanto su precisión como su valor artesanal.
Existen tres principales tipos de calibre, cada uno con un funcionamiento y una experiencia diferente.
- Automático: se carga con el movimiento de la muñeca. Representa el equilibrio entre técnica y comodidad, ya que no necesita batería y mantiene la esencia mecánica del reloj.
- Manual: requiere darle cuerda de forma periódica. Es propio de relojes clásicos, en los que el usuario interviene directamente para mantener el reloj en marcha.
- Cuarzo: funciona mediante una pila y un cristal de cuarzo que regula los impulsos eléctricos. Ofrece buena precisión y poco mantenimiento, aunque carece del componente artesanal de los movimientos mecánicos.
Algunos modelos incorporan complicaciones como cronógrafo, función GMT o flyback, que amplían las prestaciones del calibre y demuestran el nivel técnico alcanzado por cada manufactura.
Complicaciones relojeras
En relojería, se entiende por complicación a todas aquellas funciones que van más allá de indicar la hora. Su desarrollo requiere conocimiento técnico, precisión artesanal y una dosis de creatividad que permite dar al reloj funciones tan ingeniosas como útiles. Entre las más conocidas se encuentran el cronógrafo, el GMT o doble huso horario, las fases lunares, la reserva de marcha y los distintos calendarios, como el calendario perpetuo, capaz de mantener la fecha correcta durante años sin necesidad de realizar ningún ajuste.
Algunas de estas funciones nacieron para responder a necesidades concretas, como la navegación o la aviación, y otras son fruto del empeño por perfeccionar la mecánica.
Puede ampliar información en la guía sobre complicaciones relojeras.
Reserva de marcha
Aunque suele considerarse una complicación relojera, la reserva de marcha merece tratarse por separado, ya que está presente en todos los relojes automáticos y en muchos modelos manuales.
El indicador de la reserva de marcha muestra el tiempo que el reloj puede seguir funcionando sin ser cargado. En los relojes mecánicos, la autonomía puede variar según el calibre, los más habituales ofrecen entre 38 y 72 horas, mientras que algunos movimientos especiales pueden alcanzar varios días o incluso semanas.
Cuando la energía se agota, basta con volver a llevar el reloj en la muñeca o darle cuerda para reactivar el mecanismo. En los modelos automáticos, también puede mantenerse cargado mediante un rotor, un dispositivo que simula el movimiento natural del brazo.
Caja
La caja es la estructura que protege el mecanismo del reloj y define gran parte de su presencia estética. Su tamaño, material y forma determinan cómo se adapta a la muñeca y la sensación que transmite al llevarlo.
El diámetro es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta al elegir un reloj. Las cajas de entre 28 y 34 mm suelen encontrarse en relojes de corte más femenino, mientras que los tamaños entre 36 y 40 mm tienden a considerarse unisex. A partir de 40 mm de diámetro, el reloj adquiere un aspecto más voluminoso, habitual en modelos masculinos o deportivos. No obstante, hoy en día muchos diseños se conciben como unisex, por lo que la elección depende más del gusto y la comodidad que del tamaño de la muñeca.
Dentro de la caja se encuentra el bisel del reloj, un aro que enmarca el cristal y que, en algunos relojes, incorpora funciones adicionales, como el cálculo de velocidad o el tiempo de inmersión. Su diseño puede alterar por completo la personalidad del reloj.
Cristal protector
En alta relojería está presente en todas las piezas de relojería, y conviene entender la función que cumple este elemento. Su misión es proteger la esfera y mantener intacta la apariencia del reloj frente al uso diario.
El material más habitual para proteger el reloj es el zafiro, por su resistencia a los arañazos y su transparencia. Puede presentarse plano o abombado, e incluso incorporar tratamiento antirreflejos para mejorar la lectura del dial bajo distintas condiciones de luz.
Gracias a su resistencia, el cristal de zafiro contribuye a preservar la estética y la durabilidad del reloj con el paso del tiempo.
Esfera
La esfera es la parte del reloj donde se consulta la hora y una de las más creativas. En ella cada firma plasma su estilo, desde los acabados más clásicos hasta diseños contemporáneos.
Los índices pueden ser romanos, árabes o aplicados, y en muchos modelos están tratados con Super-LumiNova, un pigmento que absorbe la luz para facilitar la lectura en la oscuridad. También varía el tipo de manecillas, la disposición de los subcontadores o el uso de texturas y colores, elementos que influyen tanto en la estética como en la legibilidad del reloj.
En la esfera suelen mostrarse también las complicaciones del reloj, como el calendario, las fases lunares, el tourbillon o los indicadores de reserva de marcha, que añaden profundidad y dinamismo al diseño. En algunos casos, incluso se deja parte del mecanismo a la vista, los llamados relojes skeleton, para apreciar el movimiento en funcionamiento.
Hermeticidad o resistencia al agua
Antes de elegir un reloj, conviene saber hasta qué punto puede estar en contacto con el agua. Casi todos los relojes ofrecen cierta protección frente al agua, aunque solo algunos están preparados para soportar una inmersión importante. Los valores que acompañan a cada modelo son indicados en metros o atmósferas e indican hasta dónde llega su capacidad para resistir la presión sin que el agua afecte al mecanismo.
Los relojes con 30 o 50 metros de resistencia al agua están pensados para un uso cotidiano, como lavarse las manos o soportar la lluvia. Los modelos de hermeticidad de hasta 100 metros permiten nadar sin problema, pero es a partir de 200 metros cuando se pueden considerar relojes de buceo profesionales, diseñados para acompañar en las profundidades y ofrecer una legibilidad perfecta bajo el agua.
Dentro de los relojes de buceo podemos encontrar colecciones emblemáticas como los Aquaracer Professional de TAG Heuer, los Pelagos y Black Bay de Tudor o los HydroConquest y Legend Diver de Longines. También destacan piezas como los Aquis Date y Divers Sixty-Five de Oris, los DS Action Diver de Certina o la colección Seastar de Tissot.
Muchos de estos relojes incorporan corona y fondo atornillados, juntas de alta presión o incluso válvula de helio, que garantizan su estanqueidad durante inmersiones prolongadas.
Brazalete o correa
El brazalete o la correa es la parte que sujeta el reloj a la muñeca. Existen relojes con brazaletes de acero inoxidable, otros en oro de 18 quilates, y también piezas con correas de cuero de becerro o de cocodrilo, caucho o incluso de cerámica, uno de los materiales más resistentes hasta el momento.
El sistema de cierre suele ir en consonancia con el material, los brazaletes metálicos utilizan cierres desplegables o de seguridad, pensados para ofrecer resistencia y comodidad en el día a día. En cambio, las correas de cuero o caucho recurren a hebillas clásicas o cierres de mariposa, más ligeros y discretos. Existen algunos modelos que incorporan mecanismos intercambiables, que permiten cambiar la correa sin herramientas.
También puede encontrar relojes con la correa integrada en la caja, una característica que se puede encontrar especialmente en diseños modernos o deportivos, como en las colecciones Tissot PRX o Hublot Classic Fusion.
Certificaciones
Las certificaciones en relojería son un reconocimiento al nivel técnico alcanzado por una pieza. Indican que su movimiento ha superado pruebas oficiales de precisión, rendimiento y fiabilidad realizadas por organismos independientes.
Entre las certificaciones más conocidas se encuentran el COSC, que certifica los cronómetros suizos capaces de mantener una precisión de pocos segundos al día, y el METAS, que evalúa además la resistencia magnética, la autonomía y la exactitud en condiciones de uso reales. Estas acreditaciones no son imprescindibles para garantizar la calidad de un reloj, pero sí evidencian el compromiso de la manufactura con la excelencia técnica.
Peso y sensaciones
En las fichas técnicas suele aparecer el peso del reloj, un dato que puede pasar desapercibido, pero que influye directamente en la comodidad y en la forma de llevarlo. Los relojes más ligeros, elaborados en materiales como el titanio o la cerámica, resultan cómodos para un uso prolongado, mientras que los de acero u oro transmiten una sensación de solidez y presencia en la muñeca.
También influyen las proporciones de la caja, el grosor y el tipo de brazalete o correa. Todos estos elementos determinan cómo se ajusta el reloj a la muñeca y cómo se siente al llevarlo.
Encuentre en Perodri Joyeros la asistencia personalizada en relojería que necesita
En Perodri Joyeros encontrará un equipo especializado que le ofrecerá una atención personalizada para entender las características de cada reloj y elegir la pieza más adecuada. Somos distribuidores oficiales de las principales firmas de relojería, lo que nos permite ofrecer asesoramiento experto y un servicio completamente garantizado.
Perodri Joyeros somos diseñadores y fabricantes de alta joyería desde 1961. Distribuidor oficial de Rolex y de las principales firmas de relojería suizas.
